De igual forma, también tenía la misma opinión sobre los blogs. Aunque hay blogs de muchísimas clases y contenidos, generalizando, siempre pensé que son medios de expresión para gente que "necesita" ser oída-leída, y que tienen ganas de "mostrarse" al mundo. También decir que el término exhibicionista no tiene porqué comprender la consideración peyorativa, si bien se puede entender como alguien que quiere exhibir, ya sean sus pensamientos, conocimientos, sentimientos, o reflexiones.
Aunque en algunos puntos sigo pensando igual, el crear un blog, y consultar muchos otros, ha cambiado mi forma de pensar en cuanto a que no es sólo un medio para el exhibicionismo (y por ende para el cotilleo), entendido como el hacer partícipes a los lectores de las buenas venturas o infortunios que corre el redactor, sino que también y en muchos, sino la mayoría de los casos, es un magnífico medio para la producción de conocimiento.
Es más, creo que bien utilizadas, las nuevas tecnologías nos permiten desarrollarnos mucho más como personas, aprender de otros y de nosotros mismos, desnudándonos un poco y llegando a ver nuestras entrañas (y las de los otros).
También comentar que el grupo de los cotillas, en el que confieso yo me sitúo-situaba, tras esta reflexión, no me parece ya tan buena opción, si lo vemos desde el punto de vista de "no querer compartir", "no querer compartir tus pensamientos, informaciones, etc. para permitir a los demás aprender", pero sí ser un observador para aprender de los demás... sería como el aprendizaje didáctico informado, el cotilla lee, aprende, pero no pone en práctica, absorbe la información, pero no asimila los conocimientos. Es en parte algo egoísta.
Bueno, todo esto venía al hilo del desarrollo de la personalidad, especialmente del adolescente, y como todos una vez fuimos adolescentes, vamos a hablar de nuestro propio desarrollo. Aunque ya seamos "adultos" deberíamos tener algún conocimiento-recuerdo sobre el desarrollo de nuestra personalidad en la adolescencia, y qué fue lo que nos influyó.
Para ello se nos pidió pensar, y compartir, la música que escuchábamos cuando éramos adolescentes. Parece fácil, pero a mi me ha costado bastante, y aun así, no estoy del todo satisfecha con el resultado, no porque lo que he encontrado-recordado no me satisfaga, aun me sigue gustando esa música, el problema es que me ha costado mucho encontrar música con la que me sintiese "representada" en esa época... Creo que eso se debe a que mi adolescencia fue muy heterogénea, sin nada claro, una época de muchos cambios, y sin aferramientos fuertes a nada, por lo menos ese no es mi caso. Escuchaba de todo, pero no era "fan" de nada (o casi nada, en plan estilos). No recuerdo mi primer CD, y me ha costado recordar cuáles eran mis cintas predilectas, para ello me he tenido que remontar casi al principio de la adolescencia, 14, 15, 16 años.
El resultado son estos greatest hit´s de los 90:
Dentro de Dirty Dancing Original SoundTrack, me sabía de memoria el orden de las canciones.
Ace of Base, fan total de adolescencia, mi primera cinta original.
Cinta de cassette trillada hasta la saciedad.
Aprenderme las canciones y su orden, todavía tiene su influencia en la actualidad.